Aquí me hallo en un oscuro pasaje entre hiedra y marfil, rasguñada por el tiempo que no pasé contigo. Eterno vaivén de horas que roza mi alas rasgadas por la fuerza del viento.
Amargura que me provoca desidia y un extraño placer. Insegura, cansada, echándote en falta... Miro al suelo y cierro los ojos.
Tan sólo quiero dormir para que al despertar pueda ver de nuevo tu figura nítida y clara.
Bendito tiempo que me da la esperanza de volverte a encontrar, dulce espera para volverte a ver...
3 comentarios:
¡¡que bonito el sentir el latir del corazón ajeno en tu piel!!
Saludos
pacobailacoah.blogspot.com
Tienes capacidades literarias joven mujer. Sigue así, quizás en un futuro decidas publicar algo.
Un saludo.
Excelente,sin más.
Publicar un comentario