Cuando miras hacia atrás y te das cuenta que no eres ni la cuarta parte de lo que eras.
Cuando miras hacia atrás y ves que tus huellas se han borrado. Cuando intentas escuchar y no oyes más que el silencio. Estás solo en el camino.
Cuando alzas la vista al cielo, esperando a que algo caiga, pero, obviamente, para ti nunca lo hará. Ya no caminas. Ya no ves la luz del día nada más que a través de una ventana. Tu corazón ha dejado de sentir y muy a tu pesar sigue latiendo. Estás solo.
Intentas buscar en tu memoria caras conocidas y las pocas que encuentras están borrosas o lejanas. Las que creías recordar haber visto más de cerca, no aparecen. Penumbra y soledad.
Cuando tu vida se ha limitado a esperar: una llamada, un gesto, un minuto, una hora, un día… Viendo cómo tu tiempo se esfuma muy lentamente, mientras la vida se escapa sin siquiera haber disfrutado de ella. Sentimientos de culpa.
No veo más allá de la pared aunque quisiera…
Y no sé si quiero cambiarlo...
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