Febrero

Maldito febrero.

Largos días y eternas noches.

Días que drenan la esencia de mis venas.

Noches que roban la calma de mis más profundos sueños.

Tiempo que pasa lentamente; soledad que no cesa.

Febrero insensible, febrero incansable.

Vacío inminente, voces que no quiero escuchar, risas que no quiero volver a oír.

Sombras que se empeñan en perturbar mi alma.

Luz que ignora la posibilidad de dejarse ver.

¿Por qué, febrero?

Febrero febril, febrero enfermizo…

Banalidad que fluye por cada poro de su cuerpo.

Quimeras incandescentes, sueños rojizos, baños de humildad.

Cómo te odio, febrero…

Son las 5 de la mañana y acabo de terminar el trabajito que he tenido que rehacer... Ando bastante cansada, pero sin sueño.

Hay poco que contar, y tampoco es que esté muy lúcida yo para escribir nada coherente o fructífero.

El caso, que ya ha pasado un día más. Ya estoy un paso más cerca de que pase algo (¿?)

Te echo de menos, no quiero meterme en la cama sin ti. Jo, hoy no tengo nadie que me robe el nórdico.

Va, creo que ya es hora de dejar de delirar e intentar plantar la oreja, que si no mañana no hago ni el huevo.

Saludos matutinos para todos... Bueno, para todos no. Excluyendo una flor podrida que planta quimeras en tierras baldías para luego romperlas de un hachazo.

Ahora sí, buenas noches-días, cada cual con lo suyo.

La era Obama

Tan solo han pasado 2 días de mandato y Barack Obama ya ha cumplido su primera promesa: Cerrar Guantánamo. En el período de un año se cerrará y, lo que es más, se ha manifestado en contra de la brutalidad policial.

Pero ¿qué pasará con los presos de Guantánamo si este cierra? Aún es toda una incertidumbre. Lo que sí es una certeza es que nuestras plegarias han sido escuchadas:

NO A LA VIOLENCIA

NO A LA TORTURA

NO A LA BRUTALIDAD

¿Qué nos depara la era Obama? ¿Cuál será el siguiente objetivo que cumpla?

Ojalá

Ojalá que las alas de la libertad nunca pierdan ni una sola pluma.

Ojalá que la rama de olivo traiga esa ansiada paz a este mundo enfermo.

Ojalá que se liberen todos esos grilletes que atan malos sentimientos.

Ojalá que no se derrame más sangre inocente en nombre de absurdos ideales.

Ojalá que, algún día, el amor colme nuestros corazones, y no existan lamentaciones ni dolor.

Ojalá que el cielo brille más azul, libre de toda esa contaminación.

Deseos inalcanzables para un año que comienza... Pero por pedir que no quede.