miércoles, 21 de julio de 2010

La mala educación


Los jóvenes de hoy en día son muy maleducados y groseros demasiadas veces. Se creen que el mero hecho de ser joven tienen el mundo en sus manos. Y no les culpo. Vivimos en una sociedad en la que la cortesía y los buenos modales se han quedado a un lado y si aún conservas una pizca de educación te miran como si fueras algo anormal.
Se han olvidado valores fundamentales y necesarios como el respeto y la tolerancia. Una buena ejemplificación de la falta de respeto que se da todos los días es no ceder el sitio a una persona mayor cuando hacen uso de un transporte público y, lo que es más, miran a la persona en cuestión como si fuera un despojo de la sociedad. No hay respeto hacia los mayores.
Mayores que, a su vez, responden con descompostura a una juventud desfogada, una juventud que se ha dejado a un lado el civismo y la obediencia de antaño, para dar paso a un exaltamiento del ego juvenil por encima de toda regla, porque la sumisión y las normas no están de moda.
Últimamente no respetan siquiera el mobiliario urbano. Bancos, contenedores, árboles, papeleras amanecen cada domingo rotos, pintados, volcados o, en la peor de las suertes, quemados. Y no son jóvenes que estén reivindicando ningún derecho, es una simple diversión de sábado noche. Una recreo en el que se pierden incluso el respeto a su persona. Y yo me pregunto ¿cómo esta clase de gente que no se respeta a sí mismo va a respetar algo que es de todos?
Casos similares se encuentran en las escuelas e institutos. El joven de hoy en día no va al colegio a aprender, va a pasar el rato. La figura del profesor ya no se valora y respeta como antes. Hace unos años, el profesor era venerado por su conocimiento, por su saber; hoy en día el profesor tiene miedo en las aulas. No existe respeto, ni benevolencia, ni siquiera compasión hacia esa figura, y en muchas ocasiones tiene que sufrir agresiones. ¿Es esto educación? ¿Qué le está pasando al género humano?
Si tuviera que buscar algún responsable de esta situación, me atrevería a levantar mi dedo acusador en contra de la televisión y – aunque cueste decirlo- a los mismos padres. La televisión porque tiene una gran carencia de programación cultural, sólo enseña malos modales – me veo obligada a hacer hincapié en programas tele-basura que lo único que hacen es faltarse el respeto unos a otros- y malinforma de los sucesos.
Por otra parte, los padres que no pueden educar a los hijos como debieran por falta de tiempo, porque hoy en día ambos progenitores trabajan. En vez de instruir a los niños, se les mima y se les malcría.
Los jóvenes viven despreocupados, no respetan nada ni a nadie. No entienden de valores ni de ilustración. No encuentro una mejor definición para la juventud que la que hizo Sócrates hace miles de años: Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros.

2 comentarios:

David Terrón dijo...

Me parece interesante tu reflexión a la vez que triste que ocurra esto. Por no hablar de algunos adultos que son peor aún que los jóvenes...
Espero que aún quede gente con educación porque sino el futuro va de culo...
Un saludo rubia!

AtheneaV dijo...

David, ¡gracias por tu comentario! La verdad es que hay cada uno que vamos... Sólo les falta escupirte a la cara.

A ver si nos vemos, moreno. Un besazo.