domingo, 19 de junio de 2011

Tras la sombra de Peter Pan

- Olvídalos Wendy, olvídalos a todos. Vente conmigo allí donde nunca, nunca jamás tendrás que preocuparte por cosas de mayores.
- Nunca, es muchísimo tiempo.

Peter Pan la gran aventura

Y llegado este punto de mi vida, empiezo a preguntarme ciertas cuestiones que nunca jamás me había planteado. ¿Qué es eso que tengo, que me hace parecer «especial» a los ojos de los demás? Desde pequeña, me he dedicado celosamente a crear quimeras para esconder y disfrazar una realidad a la que no he sabido enfrentarme hasta que me llegó una madurez prematura. A base de golpes, tuve que crearme una máscara tras la que escudarme, establecerme unos valores por los que me mereciera la pena luchar y seguir adelante. Porque, al fin y al cabo, cada persona es responsable de tirar del carro de su vida para que no se quede atorado entre el barro. Sin embargo, a pesar de todo, siempre me ha gustado perseguir a la sombra de Peter Pan. Ensueño, fantasía: una bonita forma de desplegar las alas y volar lejos de esta realidad banal que nos acecha cada día. Aún así, he aprendido que cuanto más alto alzo el vuelo, más dura es luego la caída. Más te cuesta recomponer los pedazos de tu reflejo, más ardua es la tarea de recomponer y encontrar cada pieza de este puzle que es la vida. Algunas, se quedaron en el camino enterradas en algún charco del que, para salir, tuve que tirar del carro con todas mis fuerzas. Otras, las guardo con recelo hasta que llegue el momento de colocarlas en su sitio correcto, y en el que se merecen. Hoy en día, puedo definir mi vida como una constante lucha por encontrar la felicidad y alejarme de todo aquello que me daña, intentando seguir mi propio código de honor. Ése que tanto me ha costado asumir, ése por el que tanto he guerreado y al que tanto le debo. Pero, dentro de mí, existe Nunca Jamás, con otro nombre, con otra apariencia. Algo que, por mucho que crezca, no dejaré de abrazar cada noche.

No sé si tengo la respuesta a tal pregunta, y si algún día la encontraré. No sé ni siquiera si, con todo esto, estoy respondiéndome a mí misma, o tan sólo confundiéndome más. Si yo… NUNCA… Me he considerado ni siquiera especial… ¿Qué tengo? ¿Qué soy?

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